[ENTRADA DE 16 JULIO 2011, ANTES DEL RESCATE FINANCIERO E INTERVENCIÓN DE LA CAI CON DINERO PÚBLICO]
El escándalo Murdoch y sus repercusiones en el gobierno de Cameron han vuelto a sacar a la luz la dependencia del poder político respecto a las empresas propietarias de los medios. Se ha llegado a decir que no se puede ser Primer Ministro del Reino Unido sin contar con la aquiescencia del magnate. En Aragón durante mucho tiempo se comentó que quien realmente sacó del Ayuntamiento de Zaragoza al ex alcalde socialista González Triviño fue el Heraldo de Aragón. La mayoría de los ciudadanos ignoran qué intereses y empresas están tras las cabeceras de los medios de comunicación.
El otro día encontré en internet un gráfico que radiografía el panorama empresarial que existe detrás de los principales medios de comunicación estatales [VER AQUÍ]. No he tenido ocasión de contrastarlo, pero creo que en grandes líneas es correcto.
Sin irnos al Reino Unido podemos ver en Aragón como las interferencias empresariales afectan directamente al derecho a la información de la ciudadanía. Hoy lo podemos comprobar con el sesgado tratamiento que especialmente Heraldo ha dado al suspenso de Caja 3 (en el que está la CAI, la segunda caja de nuestra comunidad).
El suspenso de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) en las pruebas de resistencia, al margen de tecnicismos , es un golpe a las entidades financieras involucradas en una cuestión básica: su reputación. Teniendo en cuenta lo novedoso de la noticia (nadie sabía a ciencia cierta los datos de las entidades), la situación económica actual con riesgo de intervención de la economía española, y en el caso de Caja 3 que se trata de una entidad donde decenas de miles de aragoneses tienen sus ahorros, hipotecas, etc., la repercusión de la notica es muy relevante. Máxime cuando en Aragón ya no solo hablamos de ciudadanos sino de clientes de esa caja.
Así lo han entendido los medios estatales dedicando editoriales, destacándola en portada y ocupando varias páginas de sus ediciones del sábado 16 de julio, con titulares a cinco columnas y sobresaliendo la palabra “suspenso”. El País titula: “Cinco entidades españolas suspenden las pruebas europeas pero no pedirán capital”, ABC: “Cinco suspensos en la banca”, El Mundo: “”El Gobierno presume de bancos pero España gana en suspensos” y Público “Cinco entidades españolas suspenden el test”.
Sin embargo, en Aragón, Heraldo titula “La banca española goza de buena salud”. Cambia bastante la cosa. El desarrollo de la noticia sigue el mismo tono, con un sesgo forzado y artificialmente positivo. Lo miso ocurre con el tratamiento dado, pese a que Caja 3realiza en grueso de su actividad aquí a través de la CAI, se lleva la noticia a la página 34 y se obvia en el editorial. El Periódico de Aragón sigue el tono benévolo, aunque al menos renuncia a la complacencia: “La banca supera el estrés pese a cinco suspensos”.
Casualmente la CAI es uno de las empresas propietarias de la editora de Heraldo y tiene presencia en su consejo de administración. También supone una importante fuente de ingresos fijos a través de la publicidad en los dos medios citados. Lamentablemente en esta ocasión un ciudadano aragonés tiene que echar mano de periódicos estatales para tener una información completa de lo que ha pasado realmente con el suspenso de Caja 3 . Y esto afecta directamente al derecho a la información. Por tanto, al menos es importante saber que empresas están detrás de cada medio para al menos poder interpretar por qué cada medio dice lo que dice.
